Dos guardias y un oficial. A uno de ellos lo tienes justo delante, de espaldas, sin movimiento aparente. Sería pan comido asesinarle, si no fuera porque justo en frente, a diez metros, tienes al otro guardia mirando constantemente el panorama, girando la cabeza levemente de izquierda a derecha como su foco de atención. El oficial, cuya atención no suele caer víctima de la mayoría de trampas o cebos, realiza una ruta circular rodeando la estatua central, que es tu objetivo en la misión, lo que obliga a noquearle o rebanarlo con tu espada, aprovechando para ello el estrechísimo ángulo muerto que la propia estatua genera en el guardia de más arriba. Pero primero habría que aniquilar al guardia más cercano a nosotros…
No, no se trata de la tan querida saga Commandos de Pyro Studios, pero podría serlo, porque sin duda, si hay una fuente de la que parece beber este reciente proyecto de un pequeño estudio alemán llamado Mimimi Productions es de la saga de juegos del Boina verde y compañía. Así que para todo aquel que estuviera rezando en una habitación de su casa esperando el regreso de Commandos, por lo menos podrá revivir el regustillo de ese género tan particular del que hacía gala la saga española con este Shadow Tactics, que podéis encontrar para PC, Mac, Ps4 y Xbox One.
[mkdf_dropcaps type=»normal» color=»#000000″ background_color=»»]A[/mkdf_dropcaps]parte de sus rasgos jugables más principales, que recordarán los amantes de Pyro Studios, como son la diferenciación de cada uno de sus personajes con sus respectivas y exclusivas habilidades (necesarias todas para avanzar con éxito por el juego) encontraremos algunas novedades muy interesantes, como el hecho de poder seleccionar dos habilidades combinadas con dos personajes y ejecutarlas al mismo tiempo, a través de una sencillísima interfaz. Esto hará que a los ansiosos por estrategia se les caiga la baba, como a mí me ocurrió.
Por otro lado nos encontramos también con el hecho de que, si bien en Commandos la historia se basaba en un mundo muy cruel (la guerra) no se presentaba como un juego sangriento, dramático o visceral. En el caso de Shadow Tactics sí encontramos ciertas dosis de estos tres ingredientes que ciertamente hacen de él un juego aún más interesante, porque consigue que la trama, aunque sencilla, nos atrape. Así veremos desde traiciones en tiempo real con toda su sangre hasta alguna auto-ejecución por medio del hara-kiri (con ayuda del kaishaku).
A todo esto sumarle una ambientación y una historia ambientadas en el Japón feudal de principios del siglo XVII y tendréis una mezcla de lo más exquisita, de esas que merece la pena apoyar. Así recorreremos todo tipo de entornos propios de este periodo, como castillos, caminos, fuertes, pequeñas villas o pueblos, todo ellos con sus aldeanos neutrales, que no nos supondrán un peligro pero sí una amenaza, en el sentido de que no tardarán en alertar a un guardia si sospechan de nuestra cercaní
[mkdf_dropcaps type=»normal» color=»#000000″ background_color=»»]E[/mkdf_dropcaps]n cuanto a su apartado técnico el juego hace gala de unas texturas bastante interesantes, que cumplen perfectamente con lo que este tipo de juegos suele demandar, aparte de estar muy vivo debido a la cantidad de elementos móviles presentes como banderas, plantas, agua, carruajes, árboles o animales (los cuales nos serán de utilidad en más de una ocasión).
El apartado sonoro no deja nada que desear, compuesto por melodías de infiltración en su mayoría, con instrumentos que le dotan de ese “espíritu de infiltración oriental ” propio de proyectos como este, donde la cautela y el peligro a menudo se rozan, pero sin llegarse a tocar. Cabe destacar los tempos, que en muchos casos recuerdan a los presentes en la saga Commandos. Uno no puede evitar relacionar y percibir esto, de cómo unos acordes que se presentan anunciantes del peligro, persuasivos, pasan a ser acordes meramente melódicos, que dotan de personalidad, ritmo y cierto dramatismo al entorno (y al argumento).
Sus personajes muestran una gran personalidad y habilidades propias. Y aunque pequeño, el grupo dispone de capacidad propia para llevar a cabo una “silenciosa revolución” en un tiempo dominado por la tiranía y la esclavitud. Así encontraremos desde un shinobi con capacidad para subirse a tejados con un solo click hasta un samurái capaz de eliminar a tres guardias de un asalto, pasando por una escurridiza ninja cuyas trampas acabarán con más de uno, o un francotirador con mucha paciencia, y pocas balas. Todos ellos tienen una personalidad muy marcada y se relacionarán entre ellos a su manera, muy entretenida por cierto.
Como amante de este tan particular subgénero dentro del género de la estrategia no puedo sino desearle buen futuro a este proyecto de Mimimi Productions y al tan particular género – prácticamente desaparecido – que representa, pero que nos ha sorprendido gratamente, en estas fechas tan ruidosas, con una silenciosa e inesperada aparición.