Los samuráis nunca han pasado de moda, así como la estética feudal oriental y todo lo relacionado con el folklore japonés en cuanto a ambientar un juego de aventura de acción se refiere, pues esta poción oriental siempre ha sido recibida como mínimo con gran curiosidad por el jugador occidental. Quizá haya una pizca de aquello de polos opuestos se atraen en cada uno de los que disfrutamos con los juegos de ninjas, samuráis y todo lo que concierne a esta temática, así como es sabido que en oriente existe un gusto muy especial por la cultura musical flamenca de España.
O quizá sea ese aire reflexivo que transmiten estas obras y esa filosofía de que luchamos más como un deber de defender aquello considerado valioso por naturaleza que como un arma de conquista lo que, valga la redundancia, nos conquiste a los occidentales.
La beta definitiva de Nioh ha llegado, y ha sido completada en su parte principal, aquella que encierra su narrativa, dejando para próximos encuentros el segundo y más complicado reto que suponía el repetir la misión principal en Modo Ocaso (para la cual se requería de nivel 25 de personaje).
Aunque acostumbrados a sistemas de juego de sagas como Dark souls, Bloodborne o Lords of Fallen entre otros, es conveniente realizar el tutorial al que nos invita Nioh en su comienzo, puesto que éste dispone de sus propias e interesantes mecánicas, que vienen a cumplir un poco con las demandas de cada jugador, por aquello de que cada cual según su estilo.
Así podremos elegir entre tres tipos de actitud en combate, las cuales podríamos resumir en: Pose agresiva, donde no existe gran predisposición a la defensa, se gasta más Ki (lo que en Dark Souls es el brío) y asestamos golpes más contundentes. A esta le sigue una Pose Neutra, donde ni se ataca con gran contundencia, ni se gasta mucho Ki, ni se esquiva con gran soltura. Finalmente tenemos la Pose evasiva, donde estamos muy predispuestos a esquivar y golpear con suavidad repetidas veces si lo deseamos, porque es la pose donde menos Ki consumimos para cada movimiento, eso sí, es la que más nos expone, al no usar el arma como defensa, puesto que en Nioh no disponemos de escudos como en otros juegos, pudiendo defendernos únicamente con el propio arma.
En este sentido Nioh se presenta como una especie de híbrido entre la necesidad de esquivar presente en Bloodborne y la capacidad para defenderse con grandes escudos en Dark souls. La clave en el caso de Nioh estriba en qué estilo de lucha usar y cuándo.
Nioh se presenta como una especie de híbrido entre la necesidad de esquivar presente en Bloodborne y la capacidad para defenderse con grandes escudos en Dark souls.
El comienzo de la beta nos traslada a junio del año 1600, aldea Futamata, en la provincia de Totomi. Se puede respirar el tipo de aire en el ambiente, que huele a penumbra, a traición o a avaricia, algo que se nota en el escenario, como ocurre en la saga de Hidetaka Miyazaki, si bien en este caso dista de acercarse al mimado nivel de detalle del que dispone la ambientación de Dark Souls como para llegar a considerársele narrativa como tal.
No obstante Nioh hace un esfuerzo por narrar a su manera, lo cual está muy bien para un presente en el que sería muy fácil obtener el éxito simplemente copiando la fórmula Souls, si bien tampoco sería una tarea fácil en lo que a su estilo narrativo se refiere.
La narración principal la encontramos en esta beta en los testimonios que dejan ciertas víctimas que yacen en el escenario, a modo de frases tipo flashback.
El sistema de juego en general es muy similar a lo visto en los mencionados juegos de From Software, siendo las principales diferencias un interesante árbol de habilidades para cada tipo de arma y la forma de combatir, o más bien, la variedad de acciones de que disponemos para enfrentar a los diferentes enemigos que nos intentan acometer a lo largo de la demostración. En este aspecto Nioh introduce un par de variables novedosas e interesantes que curiosamente le dan al juego un gusto clásico en lo que se refiere a mecánicas de combate, acercándolo a combos de juegos como el clásico Genji, pero profundizando más aún.
Aparte de los tres tipos de postura de combate a elegir anteriormente expuestas, disponemos también de la ayuda de unos espíritus sagrados propios de leyendas folclóricas japonesas, que servirán como ese impulso que necesitamos a veces, especialmente con enemigos poderosos o jefes de misión, con un parecido estético y funcional a los demonios que utilizábamos en la saga de Devil May Cry, si bien al tratarse de un Action RPG también nos otorgarán ciertas ventajas temporales en nuestros parámetros.
Tanto el apartado sonoro como el gráfico cumplen bien con su cometido, aunque gráficamente el juego no llega a las cotas de lo visto en Dark Souls 3, lo cual tampoco resta atractivo alguno al título. No obstante, cabe destacar la ausencia de sensación de continuidad del escenario, algo particularmente interesante de la saga Souls, ya que esa conexión entre escenarios le da mucha coherencia escénica al juego. En su lugar tenemos un mapa donde elegir el destino.
En este sentido Nioh (en su beta) no presenta esa conexión mágica (y física) de la que hace gala la saga de Miyazaki, lo cual provoca que uno a primeras piense que quizá la historia no esté tan estrechamente relacionada con el escenario como lo está en el caso de Dark Souls o Bloodborne. Aun así, por la forma que tiene de narrarse, y al no presentar esa cantidad apreciable de escenas como en juegos del tipo Onimusha, Genji o Tenchu, podemos afirmar sin riesgo que la narrativa de Nioh está más cercana al estilo Miyazaki que al de las anteriormente mencionadas aventuras de acción. Tiempo al tiempo.
[mkdf_dropcaps type=»normal» color=»#000000″ background_color=»»]P[/mkdf_dropcaps]robablemente muchos de los que esperáis Nioh lo hacéis buscando ese reto personal, esa dificultad tan particular, evolutiva y exigente, al margen del tipo de narrativa que presente el juego. Y en este sentido Nioh se presenta adictivo y exigente. La misión principal tiene una etiqueta de Nivel 5 de misión, pero en nuestro caso fue completada a nivel 26, principalmente por la dureza de un muy enfurecido jefe final: una madre triste y enfadada por la pérdida, quizá injusta, de su hijo.
Tal vez quien programó los patrones de comportamiento en combate de este jefe exagerase las indicaciones de quien escribió su papel en la historia y sus sentimientos de rabia e impotencia, pero lo cierto es que esta madre enfadada os va a poner al límite a más de uno, y en más de una ocasión.
Si no pudisteis someterla en la beta, recordad que el 8 de febrero tendréis una segunda oportunidad para ello, y una tercera, y una cuarta, y una quinta, y a buen seguro, muchas más…